2. El trabajo con los padres de familia
Otra tarea del orientador educativo es la comunicación constante con los
padres de familia para concertar formas de colaboración con la escuela que
redunden positivamente en el desempeño académico de los alumnos. El acopio
de información sobre los antecedentes personales de los estudiantes a
través de sus padres y familiares es una tarea necesaria para responder a las
exigencias del trabajo escolar y a las dificultades que en el mismo se pueden
presentar.
La información que proporcione la familia sobre la trayectoria educativa de
los alumnos permitirá al orientador identificar aspectos que son significativos
en el trabajo escolar, particularmente respecto a las inquietudes de docentes y
tutores. Esta información contribuirá a que el orientador defina, junto con los
tutores y los maestros, acciones específicas para enriquecer el desempeño de
los alumnos y determinar qué tipo de colaboración se requiere de la familia
en los casos que se considere necesario.
La comunicación entre el orientador y los padres de familia necesita ser
recíproca, así las familias también tendrán la oportunidad de recibir información
sobre la situación escolar de sus hijos y su desempeño en la convivencia
escolar. El orientador establecerá comunicación periódica con los padres de
familia para informarles sobre las acciones que la escuela emprenderá a fin
de impulsar el desarrollo integral de sus hijos. Asimismo, les exhortará a mantenerse
informados sobre acontecimientos que afecten de manera significativa
el funcionamiento de la escuela para aprovechar sus beneficios y enfrentar
las situaciones de riesgo que se presenten.
Otra tarea del orientador educativo es la comunicación constante con los
padres de familia para concertar formas de colaboración con la escuela que
redunden positivamente en el desempeño académico de los alumnos. El acopio
de información sobre los antecedentes personales de los estudiantes a
través de sus padres y familiares es una tarea necesaria para responder a las
exigencias del trabajo escolar y a las dificultades que en el mismo se pueden
presentar.
La información que proporcione la familia sobre la trayectoria educativa de
los alumnos permitirá al orientador identificar aspectos que son significativos
en el trabajo escolar, particularmente respecto a las inquietudes de docentes y
tutores. Esta información contribuirá a que el orientador defina, junto con los
tutores y los maestros, acciones específicas para enriquecer el desempeño de
los alumnos y determinar qué tipo de colaboración se requiere de la familia
en los casos que se considere necesario.
La comunicación entre el orientador y los padres de familia necesita ser
recíproca, así las familias también tendrán la oportunidad de recibir información
sobre la situación escolar de sus hijos y su desempeño en la convivencia
escolar. El orientador establecerá comunicación periódica con los padres de
familia para informarles sobre las acciones que la escuela emprenderá a fin
de impulsar el desarrollo integral de sus hijos. Asimismo, les exhortará a mantenerse
informados sobre acontecimientos que afecten de manera significativa
el funcionamiento de la escuela para aprovechar sus beneficios y enfrentar
las situaciones de riesgo que se presenten.