1. La inserción de los estudiantes
en la dinámica de la escuela
Uno de los aspectos que han sido revelados por estudios recientes sobre los
alumnos que ingresan a la educación secundaria es el impacto que genera en
su desempeño académico la transición de la escuela primaria hacia este nivel.
Dicho impacto se expresa en ansiedad, debida, en su mayor parte, al cambio
drástico en la dinámica de trabajo. De esta forma, la experiencia de haber tenido
un solo maestro y ahora tener varios representa una modificación notable
en estilos y criterios para trabajar, además de las dosis de información de un
número bastante mayor de asignaturas.
Por otra parte, las pautas para interactuar con los compañeros, los tiempos
para transitar de un tema a otro, la oportunidad para entregar tareas
y trabajos plantean un reto a la capacidad de adaptación de los alumnos y
les demandan la inversión de grandes dosis de energía, en detrimento de los
aprendizajes académicos, durante los primeros meses de estancia en la escuela
secundaria.
Los alumnos requieren, por ello, tener claridad sobre las formas de organización
y las normas de la escuela y del aula. De este modo identificarán las
pautas de actuación y participación que facilitarán su relación con los profesores,
compañeros y otros integrantes de la comunidad escolar. El conocimiento
y la reflexión sobre las ventajas de aplicar las normas da sentido al uso de los
espacios escolares y al aprovechamiento del tiempo durante la jornada escolar.
La recepción del alumnado. Semana de inducción
Al inicio del ciclo escolar, el trabajo de Orientación y Tutoría deberá brindar
un acompañamiento en sus expectativas e inquietudes a los alumnos que ingresan
a una nueva escuela o pasan al siguiente grado dentro de la educación
secundaria.
El acceso a un nuevo nivel educativo o grado escolar implica para los
alumnos expectativas y temores diversos sobre el porvenir y los retos que
depara un nuevo escenario. Para facilitar el tránsito de los alumnos de nuevo
ingreso, es conveniente que los docentes de primer grado organicen, en la
semana inicial, actividades que favorezcan la integración a la dinámica de
la escuela y al trabajo en aula, las cuales podrían encaminarse a desarrollar estrategias
de bienvenida que faciliten este proceso, mediante el conocimiento
de las personas que forman parte de la comunidad escolar, los servicios que
se ofrecen y las pautas de organización de la escuela.
Algunas acciones que pueden realizarse para favorecer el proceso de inducción
de los alumnos son las siguientes:
1.- Informar sobre el apoyo que maestros, personal de asistencia y directivo
pueden brindar a los alumnos.
2.- Proponer dinámicas de autoconocimiento y clarificación de expectativas,
dudas e inquietudes sobre la escuela secundaria.
3.- Realizar dinámicas de presentación que promuevan el acercamiento
y el conocimiento, entre los alumnos y con el personal docente.
4.- Conversar con el director, el tutor y el orientador educativo sobre el
cumplimiento de las normas y la convivencia escolar.
5.- Organizar reuniones con alumnos, padres de familia y docentes a fin
de explicar las normas de funcionamiento del plantel educativo, los
aspectos fundamentales de su infraestructura, sus instalaciones, los
servicios que ofrece y los sitios de esparcimiento.
6.- Identificar las instituciones y los espacios localizados en el entorno de
la comunidad que brindan apoyo y atención a los adolescentes.
7.- Obtener información específica sobre las opciones de atención dirigidas
a los adolescentes (elaborar un directorio de instituciones locales).
8.- Difundir en forma verbal e impresa la información recabada.
Las sugerencias anteriores son sólo ejemplos que buscan brindar mayor
claridad y posibilidades para conformar una propuesta que incorpore actividades
pertinentes para cada contexto y grado escolar específico. Por ello estas
acciones sugeridas no están organizadas como una secuencia estricta.
Estas actividades de inducción pueden desarrollarse con los alumnos
de primer grado durante la semana en que inician las clases. Los alumnos de
segundo y tercer grados también pueden participar en estas acciones con testimonios
y experiencias, a través de carteles que brinden pistas útiles o de
juegos que estimulen la solidaridad y la confianza con los de nuevo ingreso.
Además puede abrirse un foro donde los alumnos de segundo y tercero expongan
el reglamento que rige las relaciones académicas y de convivencia de
la escuela y se comenten sus ventajas para el bienestar colectivo.
En el segundo y el tercer grados la inducción puede centrarse en los retos
particulares de las asignaturas que cursarán los alumnos y su relación con las
del grado anterior. También pueden anticiparse proyectos y espacios compartidos
entre varias asignaturas que se desarrollarán en el ciclo escolar. Como
parte de la inducción, el tutor puede desarrollar actividades para conocer a
los alumnos y obtener información de los profesores con quienes trabajaron
en el ciclo escolar anterior.
Conocimiento y participación en la normatividad de la escuela
Es posible que los adolescentes de un grupo de reciente formación tengan
intereses diferentes respecto a las actividades escolares de la institución y al
grupo al que se integran. Se sugiere, entonces, fortalecer mecanismos de comunicación
para que conozcan las prioridades de la dinámica escolar y las
relacionen con sus necesidades como alumnos. Un elemento importante es
el reconocimiento de las normas que rigen la vida en la escuela; más allá de
su difusión como un listado de preceptos de comportamiento, se necesita un
trabajo de sensibilización sobre su sentido para la convivencia armónica en
la escuela. Además, es conveniente que los alumnos comenten el reglamento
existente en la escuela a fin de aclarar las dudas que tengan acerca de él y para
que comprendan el sentido de las normas.
Es recomendable que el tutor coordine la elección de representantes de
grupo entre los alumnos para favorecer la participación democrática en la
toma de decisiones. A través de estos representantes, los alumnos podrán
solicitar información, presentar peticiones y exponer dudas, inquietudes, temores
y propuestas de sus compañeros ante los maestros y ante el personal
directivo. Asimismo, los tutores atenderán las inquietudes y sugerencias de
los alumnos respecto a las reglas y normas para que, mediante el consenso
de alumnos, docentes y padres de familia, la normatividad responda a las
necesidades reales de la comunidad escolar.
en la dinámica de la escuela
Uno de los aspectos que han sido revelados por estudios recientes sobre los
alumnos que ingresan a la educación secundaria es el impacto que genera en
su desempeño académico la transición de la escuela primaria hacia este nivel.
Dicho impacto se expresa en ansiedad, debida, en su mayor parte, al cambio
drástico en la dinámica de trabajo. De esta forma, la experiencia de haber tenido
un solo maestro y ahora tener varios representa una modificación notable
en estilos y criterios para trabajar, además de las dosis de información de un
número bastante mayor de asignaturas.
Por otra parte, las pautas para interactuar con los compañeros, los tiempos
para transitar de un tema a otro, la oportunidad para entregar tareas
y trabajos plantean un reto a la capacidad de adaptación de los alumnos y
les demandan la inversión de grandes dosis de energía, en detrimento de los
aprendizajes académicos, durante los primeros meses de estancia en la escuela
secundaria.
Los alumnos requieren, por ello, tener claridad sobre las formas de organización
y las normas de la escuela y del aula. De este modo identificarán las
pautas de actuación y participación que facilitarán su relación con los profesores,
compañeros y otros integrantes de la comunidad escolar. El conocimiento
y la reflexión sobre las ventajas de aplicar las normas da sentido al uso de los
espacios escolares y al aprovechamiento del tiempo durante la jornada escolar.
La recepción del alumnado. Semana de inducción
Al inicio del ciclo escolar, el trabajo de Orientación y Tutoría deberá brindar
un acompañamiento en sus expectativas e inquietudes a los alumnos que ingresan
a una nueva escuela o pasan al siguiente grado dentro de la educación
secundaria.
El acceso a un nuevo nivel educativo o grado escolar implica para los
alumnos expectativas y temores diversos sobre el porvenir y los retos que
depara un nuevo escenario. Para facilitar el tránsito de los alumnos de nuevo
ingreso, es conveniente que los docentes de primer grado organicen, en la
semana inicial, actividades que favorezcan la integración a la dinámica de
la escuela y al trabajo en aula, las cuales podrían encaminarse a desarrollar estrategias
de bienvenida que faciliten este proceso, mediante el conocimiento
de las personas que forman parte de la comunidad escolar, los servicios que
se ofrecen y las pautas de organización de la escuela.
Algunas acciones que pueden realizarse para favorecer el proceso de inducción
de los alumnos son las siguientes:
1.- Informar sobre el apoyo que maestros, personal de asistencia y directivo
pueden brindar a los alumnos.
2.- Proponer dinámicas de autoconocimiento y clarificación de expectativas,
dudas e inquietudes sobre la escuela secundaria.
3.- Realizar dinámicas de presentación que promuevan el acercamiento
y el conocimiento, entre los alumnos y con el personal docente.
4.- Conversar con el director, el tutor y el orientador educativo sobre el
cumplimiento de las normas y la convivencia escolar.
5.- Organizar reuniones con alumnos, padres de familia y docentes a fin
de explicar las normas de funcionamiento del plantel educativo, los
aspectos fundamentales de su infraestructura, sus instalaciones, los
servicios que ofrece y los sitios de esparcimiento.
6.- Identificar las instituciones y los espacios localizados en el entorno de
la comunidad que brindan apoyo y atención a los adolescentes.
7.- Obtener información específica sobre las opciones de atención dirigidas
a los adolescentes (elaborar un directorio de instituciones locales).
8.- Difundir en forma verbal e impresa la información recabada.
Las sugerencias anteriores son sólo ejemplos que buscan brindar mayor
claridad y posibilidades para conformar una propuesta que incorpore actividades
pertinentes para cada contexto y grado escolar específico. Por ello estas
acciones sugeridas no están organizadas como una secuencia estricta.
Estas actividades de inducción pueden desarrollarse con los alumnos
de primer grado durante la semana en que inician las clases. Los alumnos de
segundo y tercer grados también pueden participar en estas acciones con testimonios
y experiencias, a través de carteles que brinden pistas útiles o de
juegos que estimulen la solidaridad y la confianza con los de nuevo ingreso.
Además puede abrirse un foro donde los alumnos de segundo y tercero expongan
el reglamento que rige las relaciones académicas y de convivencia de
la escuela y se comenten sus ventajas para el bienestar colectivo.
En el segundo y el tercer grados la inducción puede centrarse en los retos
particulares de las asignaturas que cursarán los alumnos y su relación con las
del grado anterior. También pueden anticiparse proyectos y espacios compartidos
entre varias asignaturas que se desarrollarán en el ciclo escolar. Como
parte de la inducción, el tutor puede desarrollar actividades para conocer a
los alumnos y obtener información de los profesores con quienes trabajaron
en el ciclo escolar anterior.
Conocimiento y participación en la normatividad de la escuela
Es posible que los adolescentes de un grupo de reciente formación tengan
intereses diferentes respecto a las actividades escolares de la institución y al
grupo al que se integran. Se sugiere, entonces, fortalecer mecanismos de comunicación
para que conozcan las prioridades de la dinámica escolar y las
relacionen con sus necesidades como alumnos. Un elemento importante es
el reconocimiento de las normas que rigen la vida en la escuela; más allá de
su difusión como un listado de preceptos de comportamiento, se necesita un
trabajo de sensibilización sobre su sentido para la convivencia armónica en
la escuela. Además, es conveniente que los alumnos comenten el reglamento
existente en la escuela a fin de aclarar las dudas que tengan acerca de él y para
que comprendan el sentido de las normas.
Es recomendable que el tutor coordine la elección de representantes de
grupo entre los alumnos para favorecer la participación democrática en la
toma de decisiones. A través de estos representantes, los alumnos podrán
solicitar información, presentar peticiones y exponer dudas, inquietudes, temores
y propuestas de sus compañeros ante los maestros y ante el personal
directivo. Asimismo, los tutores atenderán las inquietudes y sugerencias de
los alumnos respecto a las reglas y normas para que, mediante el consenso
de alumnos, docentes y padres de familia, la normatividad responda a las
necesidades reales de la comunidad escolar.